En el caso de los gatos, el transportín es el método más adecuado, aunque cada cierto tiempo hay que parar y dejar que salga para que se estire y beba agua. La colocación del transportín dentro del vehículo depende de nuestras preferencias, pero está comprobado que lo más seguro es llevarlo en el maletero, preferiblemente sin la bandeja, o en el suelo de las plazas traseras.